Hay poco que comentar en cuanto a este aspecto. La etapa no da acceso a habilidades interesantes, salvo a las exclusivas de cada personaje, que deberías obtener ya. Los superespecialistas, más tarde en este capítulo, tendrán que dedicarse a otros cristales aparte de al suyo propio. Ya descubrirás por qué. Si por algún casual han llegado a acumular 999.999 PC, gástalos inmediatamente, pues no seguirán obteniendo una vez alcanzada dicha cantidad.
La zona está plagada de sacrificios a los que te conviene evitar, ya que no reportan muchos puntos de cristal y son cansinos de derrotar.
El fal’Cie creará los portales de los que ya hemos hablado. Ahora puede parecer muy tentador querer regresar, sobre todo al Gran Paals, pero es algo que solamente deberías hacer si realmente lo necesitas. De aquí en adelante, los enfrentamientos son muy duros y complicados para un grupo inadecuadamente desarrollado. En caso de verte en apuros, lo mejor que puedes hacer es tomar cualquiera de los dos portales y conseguir bastante PC como para desarrollar los cristales principales de los personajes casi hasta el final de la etapa. Quizás te apetezca hacer alguna Misión, pero es mejor que continúes. ¿No prefieres conocer el final de la historia? En cualquier caso, más tarde, obtenida la última expansión del Cristarium, se te permitirá cargar la partida con el objetivo de dedicarte a todas aquellas tareas opcionales, así que hacerlas antes tiene poco sentido.
Abre el mapa y dirígete al nuevo camino disponible pasando de largo de la señal de destino. Así podrás coger una Millerita, una Corona de beato y una Lente Libra.
Aunque, obviamente, podrás regresar siempre que quieras a la Cuna del Huérfano, las zonas que recorrerás de ahora en adelante no volverán a estar disponibles, lo que significa que tienes que hacerte con todas las cápsulas de tesoro en este recorrido y, si también es lo que buscas, con todos los datos de los enemigos.
Aparte de los protectores, los obstructores se vuelven muy interesantes contra los rivales de la zona, que cuentan con una VIT muy elevada y una resistencia física y mágica envidiable. Para ir sobre seguro, puedes empezar con formaciones como Arte de la guerra (CAS + OBS + PRO) o Triángulo táctico (FUL + OBS + PRO). Esta última, sobre todo, será muy útil para aturdir con mayor rapidez, así como lo es Vanguardia mística (FUL + PRO + FUL). Si te ves capaz de sobrevivir sin un protector, adopta formaciones más ofensivas. Tanto Bío como Freno (de Vanille y Fang, respectivamente) son muy útiles debido a la alta cantidad de VIT de los enemigos y a la frecuencia de sus ataques.
La turboáguila te puede dar más de un dolor de cabeza debido a su Cañón de plasma, que deberá impactar sobre el protector y no sobre el líder. Es susceptible a gran cantidad de estados alterados. El cañón de Ferdinand realiza ataques consecutivos peligrosos y es muy resistente, por lo que conviene utilizar AntiCoraza y AntiEscudo, aparte de Aquiles, para que los fulminadores le puedan atacar adecuadamente. Una vez aturdido, un castigador podrá lanzarlo y todos tendrán oportunidad de atacar con Avalancha o Ataque implacable.
Cuando hayas cogido los tesoros, ve por el camino de la señal de destino para que el fal’Cie haga surgir dos plataformas móviles. Toma la de la derecha en primer lugar. Cuando bajes, ve para la derecha para encontrar una cápsula con 4 sobrealimentadores. Continúa hacia adelante y baja por las aureolas para coger 4 conductores perfectos y 5 turbohélices. Al fondo de la zona hay un cañón de Ferdinand protegiendo 2 aceleradores de partículas y una Uraninita.
Regresa a las plataformas móviles y toma la restante. Coge las 20 escamas inversas e intenta pillar por sorpresa a los dagones del camino para terminar mucho más rápido los combates. Su habilidad Agua ritual les confiere varios beneficios indeseables, además de que pueden causar Postración. Si les atacas por sorpresa, realiza hechizos de tercera clase para aturdirlos a todos a la vez.
Ve por la izquierda y retrocede por la rampa para llegar arriba, donde varios sacrificios custodian 2 frascos de vapor égida, un Anillo ventoso y 9 lágrimas de angustia. Cuando te hayas hecho con todo, baja y continúa hacia la señal de destino. Por el camino hay una última cápsula con una Lanza chamánica para Fang.
Una vez el fal’Cie haya modificado la situación del lugar, avanza por el nuevo camino hasta encontrarte con el sacrificio que parece estar solo, pero viene acompañado por una turboáguila. Provoca un ataque sorpresa y quítate de en medio al sacrificio o aprovecha el aturdimiento para reducir la VIT de la turboáguila.
Ahora puedes tomar dos caminos. El de la derecha conduce a un enfrentamiento contra varios dagones y un sacrificio que vigilan una rampa que lleva de vuelta a la zona central del fal’Cie Edén, donde se encuentra el terminal de servicio y los dos portales. A menos que quieras regresar, no sirve de nada ir para allá, no hay cápsulas que abrir. Sin embargo, sigue avanzando hacia adelante, pasando de largo la plataforma móvil señalada por el mapa, pues al fondo hay una Tetracorona.
El combate contra los sacrificios y dagones se puede convertir en una pesadilla si no provocas un ataque sorpresa. Acaba primero con los dagones, son más fáciles de aturdir y tienen menos VIT. De todas formas, puedes esquivar a todos los rivales con maña, y yo desde luego recomiendo hacerlo debido a la escasa recompensa que obtienes.
Sube a la plataforma móvil y accede al terminal de servicio si lo deseas. Antes de bajar por la izquierda, llega al final del camino blanco para coger 6 semillas de lirio astral, material que se vende a buen precio. La turboáguila y sus amigos dagones se hacen de rogar, pero puedes tener controlada la situación con Ataque delta y Solidaridad, echando mano de estados beneficiosos como Prisa para aligerar la situación. Odín y Electro++ de Lightning derrotarán a los dagones rápidamente, reservando el Modo Empatía para la turboáguila.
Los próximos dagones vienen acompañados por un pretoriano, un temible rival por su ya conocida Carga mágica y sus combos, que pueden dejar hechos polvo a tus personajes. Sin embargo, no supone mayor problema en solitario, así que acaba con los dagones y atúrdelo rápidamente para lanzarlo por los aires. Tienes la suerte de que es vulnerable a todos los estados alterados, así que ya sabes por dónde darle.
Ahora sí, baja por la aureola y pilla por sorpresa al solitario pretoriano. Si te ve, vendrá corriendo hacia ti y difícilmente lo podrás esquivar. Baja por la siguiente aureola para coger 8 micelios negros. Es prácticamente imposible atacar por sorpresa al sacrificio y al pretoriano, así que no tendrás más remedio que empezar el combate en condiciones normales y acabar antes con el segundo. La cápsula restante contiene una Rodocrosita.
De camino a la señal de destino te espera otro enfrentamiento similar. Si estás extremadamente agobiad@ de tanto bicho, siempre puedes recurrir a los vapores preventivos. Hagas lo que hagas, guarda la partida en el terminal de servicio y echa una mirada atrás, pues no vas a volver aquí en la vida más. Bueno, hemos vivido con ese sentimiento durante casi todo el juego, así que no es ninguna novedad. Si te has dejado alguna cápsula por abrir, este es el momento de ir a por ella.
Invierte los PC acumulados y continúa hasta la señal para que la zona se expanda. El destino es el mismo tomes el camino que tomes, está en ti cuál elegir. Todos los enemigos son conocidos hasta ahora. Por la izquierda te tendrás que enfrentar a dos turboáguilas, las cuales puedes esquivar, y a un pretoriano junto a un cañón de Ferdinand. Los puedes pillar por sorpresa y eliminar rápidamente al pretoriano. Por la derecha, los enemigos son dos grupos grandes de sacrificios y dagones. Al primero lo podrás esquivar, pero al segundo difícilmente. De cualquier forma, primero tenemos que centrarnos en el invencible situado en el centro y que bloquea esa misteriosa puerta. Es la que llevará a cuatro deseadas cápsulas de tesoro. Si contamos con que no será posible regresar aquí, derrotarlo es lo que toca.
Es un duro rival, te puede costar horrores y quizás desees dejarlo de lado. ¡Pero no puedes! O no debes, más bien. En primer lugar, su ya conocido sable volador vuelve a la carga mucho más letal y pasando completamente del protector del grupo, así que nadie estará a salvo de sus estocadas. Ten en cuenta que si derrotas al invencible lo harás desaparecer a la vez, pero te conviene más quitártelo de en medio.
Comienza con una formación constituida por inspiradores y obstructores. Si pueden ser dos de uno, mejor. Si no, Khamja está bien (FUL + OBS + INS). Prisa y Coraza facilitarán mucho las cosas, así como Bío por la inmensa cantidad de VIT del rival. En cuanto aparezca el sable volador, cambia a Tantalus para que haya un sanador activo. Tienes que acabar con él lo más rápido posible, así que no te pongas muy a la defensiva. Haz paradas a Lakhsmi cuando sea necesario. Cuando ataques al sable volador, no te olvides del invencible, o dejarás que su barra de cadena se vacíe. Puedes solucionar esto con ataques con efecto en el área (Ataque circular, Piro++…), incluso aunque tengas como objetivo al sable.
Cuando el sable caiga, regresa a Khamja o a la formación elegida para seguir poniendo estados. Puedes continuar con Vanguardia mística (FUL + PRO + FUL) para protegerte y no cesar los ataques. Si consigues aturdirlo rápido, evitarás que vuelva a invocar al sable. Solamente verás a ambos enemigos en esta ocasión, así que no olvides utilizar una Lente Libra para despejar sus fichas al completo.
Aunque resulta imposible provocar un ataque sorpresa, sí puedes utilizar un vapor evasivo. Y si no puedes sobrevivir a los golpes del sable, aunque los protectores hacen poco al ser ignorados por él, sus habilidades de defensa ayudan siempre a sobrevivir mejor, así que ya sabes a quién elegir como líder.
Utiliza el teletransportador para ir al nivel superior y coger las merecidas recompensas: un Blasón mágico (ataque mágico +150), un Aro adamantino (VIT +800), un pedazo de Hihirokane y un Elixir. Este último objeto es extremadamente deseado y un artículo de colección, así que consérvalo bien.
Nada más hay por hacer aquí, así que dirígete a la señal de destino. Un cañón de Ferdinand y un par de sacrificios bloquean el paso. Sorpréndelos para dejar rápidamente al cañón solo.
Importante
Si buscas una partida perfecta, asegúrate de saberlo todo sobre los enemigos: invencible, sable volador, turboáguila, dagón y cañón de Ferdinand. Si no es así, regresa a la zona en la que se encontraban y vuelve a enfrentarte a ellos.
Esta es la penúltima zona del fal’Cie Edén. Como ya sabes, no podrás volver a ella una vez la dejes atrás. Sin embargo, ¿que te llevaría a echarla de menos?
Aviso
Los enemigos que aparecen aquí son galimatazos, zamarrajos, wladislaus y pretorianos. Los combates típicos que afrontarás serán contra la pareja de entes del bosque, contra el martirio en solitario y contra el martirio acompañado del pretoriano. Todos los enfrentamientos proporcionan 32.000 PC (suma 3.520 si hay un pretoriano) y son relativamente rápidos debido a la posibilidad de desarrollar rápidamente a los personajes con la recompensa en puntos de cristal que obtienes. Es para muchos, sin duda, la mejor zona para fortalecer al grupo del juego entero.
Lo malo es que el Cristarium se encuentra en la etapa 9, y no adquirirás la próxima y última expansión hasta que no derrotes al jefe final que, por otra parte, se encuentra muy cerca. Pero si continuas, no podrás volver aquí. Qué lástima, ¿no? Bueno, ¿quieres mi recomendación?
Entrénate lo que veas necesario para los próximos combates, deja una partida aquí guardada y continúa para ver el final del juego. Una vez lo hayas visto, carga la partida que dejaste aquí y dedícate a desarrollar al tope los tres roles principales de cada personaje y, si quieres, también los secundarios (bastante recomendable). Hasta lo que la etapa permita. Tras esto, acumula un total de 999.999 puntos de cristal para gastarlos al recibir la última expansión y abandona definitivamente el lugar. Te aseguro que lo agradecerás.
Si crees que esta opción te resultará pesada por tener que cargarte dos veces al jefe final, quítate esa idea de la cabeza. Lo fortalecido que saldrá tu grupo de un entrenamiento como el comentado en el párrafo anterior hará que puedas acabar con él con una facilidad pasmosa y, de paso, intentar conseguir el trofeo/logro Hacedor de futuro, que obtendrás si recibes cinco estrellas tras el último combate. Y si no tienes prisa por conocer el final de la historia, entonces entrénate aquí y luego simplemente continúa. Pero te recomiendo hacer lo descrito; estando a tan poco de desvelar el desenlace, pararte unas cuantas horas a superar repetidamente los mismos combates no lo aconsejaría.
Aún mejor es que decidas salir al Gran Paals a través del fal’Cie y del portal para superar la misión 55, Convivir, por medio de Vanille y Necro, y recibir el Huevo nutritivo, que duplicará los puntos de cristal obtenidos. Así, esta ardua tarea de potenciación se volverá menos cansina.
Los superespecialistas deberían haber desarrollado su rol al máximo en este momento y tener acumulada una gran cantidad de PC, si no ha llegado ya al límite. Si planeas entrenarte aquí, obligatoriamente tendrás que invertir los puntos nuevos en otros roles. Eso sí, antes de marcharte, acumula nuevamente 999.999 para gastar en la última etapa del rol principal y así, finalmente, convertir a los personajes en auténticos superespecialistas.
Hagas lo que hagas, ¡hazlo bien! En principio te puede parecer agotador pasar tanto tiempo aquí, pero te aseguro que más tarde echarás de menos conseguir tantos PC con tanta facilidad. De ahí el dejar, de todas formas, una partida guardada tras el entrenamiento que hayas considerado necesario, por si más adelante te lamentas y prefieres seguir con él.
Bueno, analicemos el lugar. Puedes tomar el elevador de la esquina izquierda para llegar arriba directamente y vértelas con un solitario wladislaus. Por ahora es mejor ir por la rampa. En la subida hay una cápsula con 3000 guiles y, en la próxima parada, un wladislaus y un pretoriano esperando. Te estás imaginando lo beneficioso que resultaría un ataque sorpresa aquí, ¿verdad? Lástima que no se pueda ejecutar, no por lo menos en condiciones normales. Un vapor evasivo solucionará el problema y te permitirá acabar rápidamente con el wladislaus. Si vas a entrenarte aquí, te recomiendo utilizarlos ahora, pues más adelante el grupo estará más desarrollado y ya no serán necesarios. Puedes comprarlos infinitamente en Brebajes Edén por 30.000 guiles, algo que tampoco sale rentable. Así que es decisión tuya si usarlos para favorecer la situación, o sacrificarte y afrontar los combates sin ayuda. En ese caso, acaba primero con el pretoriano sin descuidar la salud del protector.
Como los enfrentamientos se hacen largos, es de mucha utilidad empezar infligiéndole al wladislaus AntiCoraza y poniendo sobre tu grupo los beneficios propios.
Más arriba hay otra cápsula con 5000 guiles y pronto te darás de bruces con el galimatazo y su compañero. Por suerte, no son tan violentos como el wladislaus y puedes aturdirlos. Recuerda hacer uso de Bío.
Para que los enemigos reaparezcan, tendrás que regresar al terminal de servicio del inicio. Deberías empezar el entrenamiento repitiendo aquel combate que te cueste menos trabajo y te lleve menos tiempo, para así luego ser capaz de terminar los demás con mayor rapidez. Tienes tres para elegir: un wladislaus y un pretoriano, un galimatazo y un zamarrajo, y un wladislaus solo. Comento que durante mi entrenamiento aquí, decidí pasar totalmente de la pareja formada por el wladislaus y el pretoriano y solo llevé a cabo los otros dos combates. El pretoriano otorga pocos PC, y si el wladislaus ya de por sí es cansino de derrotar, que esté acompañado solamente lo hace peor. Así que me olvidé de ellos.
Cuando desees continuar, enfréntate con decisión a los tres pretorianos que vigilan el camino. A estas alturas no deberían suponer ningún peligro. Sus ataques son lentos y no tienen nada que ver con los de los wladislaus, además de que caen aturdidos con rapidez. Tantalus te permitirá mantener a los atacantes con vida.
Si buscas una partida perfecta, asegúrate de saberlo todo sobre los enemigos: pretoriano, wladislaus, galimatazo y zamarrajo. Si no es así, regresa a la zona en la que se encontraban y vuelve a enfrentarte a ellos.
VIT: 678.000 y 254.000
Formaciones recomendadas: Ataque delta (CAS + FUL + PRO), Ataque implacable (FUL + CAS + FUL), Lakshmi (SAN + PRO + SAN), Vanguardia mística (FUL + PRO + FUL), Tantalus (CAS + FUL + SAN) y Triángulo táctico (FUL + OBS + PRO)
¡Unos viejos conocidos! La diferencia de VIT entre ambos es acusada, así que quizás prefieras empezar quitándote de encima al más débil. Sin embargo, ambos poseen unas cuantas peculiaridades. El galimatazo es vulnerable a todos los elementos, aunque inmune a los ataques mágicos, mientras que los físicos le causan la mitad de daño. Por tanto, la mejor opción para él consistirá en un fulminador que ataque con golpes elementales. Por otra parte, el zamarrajo reduce a la mitad los daños elementales y en un 10% los ataques mágicos que recibe, además de ser inmune a los ataques físicos.
Demasiado lioso, ¿verdad? El galimatazo es más peligroso y puede ser atacado libremente tanto por castigadores como por fulminadores, mientras que los castigadores se verán más limitados con el zamarrajo al solamente poder utilizar Ruina. Además, los daños que le causes serán mayores. Por lo tanto, lo mejor es quitarse primero de en medio al galimatazo con ayuda de AntiCoraza y Bío, tal y como indica su ficha.
En función de lo fácil o difícil que te resulte el enfrentamiento, puedes elegir entre dos comportamientos. El primero, claramente más defensivo, consiste en aturdir al enemigo con Vanguardia mística y pasar a Ataque delta una vez logrado. El segundo es más directo y consiste en aturdirlo con Ataque implacable, cambiando cada poco a Solidaridad para recuperar VIT, y continuar también con Ataque implacable durante el aturdimiento, haciendo pausas a Tantalus. Ambos métodos funcionan bastante bien si cambias de formación en el momento preciso, eligiendo Lakhsmi cuando la situación se ponga peor.
Cuando solo quede en pie el zamarrajo, cáusale todos los estados alterados posibles y acaba limpiamente con él.
Por supuesto, los inspiradores, aunque no los haya nombrado, son tan importantes como siempre, sobre todo si el combate cuesta trabajo.___________________________________________________________________________